Saturday, February 19, 2005

La Página Que No Se Ha Escrito… Todavía.

Estuve revisando mi diario alterno (en el cuál procuro mantener todo updateado… este blog es más bien como mi boletín de avisos y para purgar mi conciencia) y encontré varias notas que definen muy bien mi relación con J.

11/03/96
J es sencillamente hermosa. Tiene como once mil dientes que cada que sonríe se asoman como once mil perlas. Tiene una boca grande, grande y una sonrisa casi igual de torcida que la mía. Su cabello, que nunca deja crecer más allá de sus hombros, es tostado como el mío. Sus orejas, que me hacen pensar que de niña la tenían que traer con piedras atadas a los tobillos por que, a pesar de que no son nada grandes, si están permanente separadas de su cabecita. Y como que a veces le veo cara de gatita por que en serio que no sé como hace para escuchar lo que pasa detrás de ella. Lo sé, parece que estoy describiendo un fenómeno pero sólo quiero que sepas, Gordon (el nombre de mi diario es Gordon, en honor a Sting cuyo nombre real es Gordon Matthew Summner), que si alguna vez me atrevo, ella sería mi esposa ideal.

12/06/96
J y yo discutimos sobre el hecho de que ella se va a México. Yo sé que se va para escapar de su papá, de sus hermanos y de su madre que nunca levanta un dedo para interponerse entre todo lo que la joden sus hermanos (se me figura un pote con pirañas que se la pasaran ching4ndo a la única que nació sin dientes y vegetariana). Ella dice que su sueño es ser antropóloga o arqueóloga. No logré convencerla. Sé que el hecho de nos veamos todavía más poco es lo que me molesta. Pero en fin, su camino es para allá y el mío es… hacia… algún punto supongo.

18/04/99
Ooops. El fin de semana fuimos con mi ma a México a ver a mi abue (la ma de mi ma) pues la operaron para extirparle un tumor canceroso. La Amazona de la Tinta nos alcanzó allá y llegamos con sólo minutos de diferencia a la terminal de autobuses. Pues nada, que resulta que la recibo (iba yo con mi ma) y al cruzar la terminal hacia la salida, me topé con J. De frente. Se veía increíble con esas trenzas y esa ropa de hippie que tan gorda me cae. Muy bonita. Supongo que el instinto de la Amazona le advirtió algo, pues además de arañarme el brazo, me lo jaló tan fuerte para mantener el paso junto a ella. Sí que la odia pues me la hizo de horripicante tos durante casi todo el trayecto. (Este capítulo termina con cómo yo creía que iba a terminar casado con la Amazona pues la familia Pérez la adoró, incluida la Abue).

El papel de J en mi vida no se puede definir de ninguna manera. Nunca he estado verdaderamente enamorado de ella, nunca nos hemos hecho sufrir… ni siquiera fue mi mejor amiga nunca. Entonces, dirán ustedes, ¿por qué tanto dengue con esta J?. Fácil. Sé que en mi vida, ella encaja de alguna manera que aún no se ha escrito. Estoy casi seguro de que es una pieza fundamental en el rompecabezas de mi vida. Esperemos que el tiempo nos lo permita descubrir. Juntos. Eso espero. Mientras, J, seguiré escuchando “Uptown Girl” hasta que los oídos me chillen y los dedos me pidan que explique por que te puse ese apodo. Tú duerme bien que ya vas a ver que todo se compone para bien o para mal. Vas a estar bien. Tienes a un caballero Jedi a tu servicio… ¿Qué más puedes pedir?.