Monday, August 08, 2005

Hoy... Lunes... Ajuuuuuummmmm...

Los fines de semana que me joden más que la semana entera, me pudren. Sólo hubo un par de momentos altos. Uno, me acordé de todas esas cosas que antes hacía en los week-ends y quise retomarlas. No hay nada más curioso que ver al Bob Guijarro picando cables para re-instalar las bocinas del jom tiater de su habitación. Además, hubo que reconfigurar todos los muebles de dicha habitación: desde la litera hasta el sofá. Eso si fue un relajo. Definitivo: ya no tengo 18 años. Alueguito, me encontré un sobre con fotitos viejas. Ni tan viejas unas pero que ya no recordaba. Por ejemplo, esa dónde estamos con el Ed en Acapulco. Mayo, 1992, dice la foto. 13 años. Carajo. En ese entonces, 18 el y 17 yo. Hoy, el tiene 31 y yo 30. Y no me preocupan las canas, las arrugas, el verme ahora a punto de regresar a ese peso (recuerden, niños y niñas, Bob G llegó a los 110 kilos, ¡¡¡imaginénme, pesando lo mismo que pesaba a los 17!!!). No. Me preocupa que en ese entonces estaba yo solo y hoy, sigo igual. Me preocupa que en ese entonces me valía madres. Y hoy, sigo igual.
Otra foto es de hace 7 años. Con Sal. Pinch3 prieto. A él le llamaban "flaco". Hoy, Padre de Familia es él. Y se han invertido los papeles. Ahora yo no puedo dejar de usar cinturón y el tiene que hacerles nuevos hoyos. En otras, estaba con Citlalic, otras más con Maribel y hasta con Mitzu. Si, un par con la Guera. Pero no encontre ninguna de esas donde aparezco con la Amazona de la Tinta. Ni una. Juraría que las guardaba. Pero después como que recordé que en una de las épicas briagas, quemé fotos, tarjetas, cartas, muñequitos que ella me dio, etc, etc. Sr. Padre lo confirmó. "Reventaste hasta las cerámicas que ella te regaló". Y si, entonces lo recordé. Azoté todos los monitos que ella me regaló (seis monstruos come-galletas, 14 garfields y tres ranás renés). Un caballito de tequila de ese viaje a Jalisco que ella hizo sin mí también le puse en su máuser. Y me acordé más aún. El último año que estuvimos juntos. Me dice que se va de vacaciones de semana santa... SOLA. Cuándo me avisó esa decisión, me vi como Homero "o sea que me quieres dejar???". Siempre, los cuatro años que estuvimos juntos, tomamos las vacaciones juntos. Acapulco, Zihuatanejo y ese donde la espanté y sorprendí: Cancún. La espanté por que ella tenía miedo a volar. La sorprendí por que nunca imaginó que mi sueldo de publicista diera para tánto. Y si. Dio. En fin. Que lo que trataba de contar este post era que ahora voy a hacer todas esas cosas que hacía antes, solo. Desde reconfigurar mi habitación cada quince días hasta terminarme un libro completito de Asimov o de Michael Crichton o Michael Marshall Smith.
Y para colmo, hoy amaneció el cielo gris. Snif. Sniffff.