Tuesday, August 16, 2005

D'Oh!


Pensando en las cosas tan adorables que Vigueta suele decirme, todo este día estuve pensando en esas cosas y frases que detesto escuchar de las mujeres… aparte de “no y vete al demonio…”… d’oh!. No llevan ningún orden en particular… pero así como las leen me las han dicho. En las que merezcan la pena, me detendré a contar la anécdota pertinente.

1.- Es que no te puedo ver de otra forma que no sea como amigo… no te puedo ver como hombre… (¿¿de verdad necesito detenerme a analizar esta??… gracias, la que sigue)

2.- Quién se quede contigo se saca la lotería… (esta si es una soberana mamada… es como si me dijeran “yo no me quiero sacar la lotería”. Ya me sé el pretexto pend… de que “yo no te merezco” pero a veces es mejor decir “no” y ya, se acabó, ¿no?)

3.- Es que eres mi hermano… mi mejor amigo… tú me has visto en situaciones que ni siquiera mis novios… eres mi confidente… (mmm, me refiero al punto número uno…)

4.- Es que no quiero echar a perder la amistad… (coño, esta me la dijeron menos de un mes después de conocernos… ¿qué amistad puede existir en un mes?)

5.- Es que yo no soy buena persona, soy una ojeta… (bueno, eso era para que tú lo supieras y para que yo lo juzgara, ¿qué no?)

6.- En cuánto cuelgues el teléfono, te quedas sin novia… (al demonio, dije, colgué… y desde hace cinco años me quedé sin novia… d’oh!)

Ahora, doy paso a las frases que me han dicho para no terminar una relación que por más vueltas, tenía que terminar. Admírense por que la mayoría son de una sola persona.

1.- Seré tu amante, la otra, soy capaz de soportar hasta que me golpees pero no te vayas… (y de verdad que lo pensé… era tentadora la oferta… pero entonces recordé que la Princesa de Hielo era una verdadera psicópata (la hubieras adorado, Vigui) y me dije “no, no, no”)

2.- Por ti robé, mentí, hice cosas que no te imaginas… (ésta es célebre por que resulta que la susodicha, VIVÍA CONMIGO… yo pagaba las cuentas y hasta dónde recuerdo, nunca carecimos de nada pues mi sueldo no era nada detestable…)

3.- Te voy a dejar ir… pero sólo vas a ver… cuándo recuerdes nuestras noches, vas a volver rogando acostarte conmigo y pura madre… (¡Ja ja ja!. Lo peor es que volví y no sólo no fue “pura madre”, si no que me quedé ahí como año y medio… d’oh!)

Y ahora, las clásicas… las que YO he utilizado para zafarme de alguien. Se nota que desde chamaco ya era yo un total desadaptado.

1.- Es que no eres tú, soy yo… (¿quedará alguien en el mundo civilzado que no haya usado esta frase al menos una vez?)

2.- Ella: Quiero que terminemos
Yo(deseando que ella lo dijera desde hacía meses): ¿estás segura?
Ella: tienes razón… mejor no
Yo: D’oh, d’oh y recontra d’oh!
(claro, aprendí que, como los perros, los pájaros y los hámsters, en cuánto te abran la reja, ¡corre!)

3.- Yo: Es que ya ando con alguien más…
Ella: si, ya la conozco… que corriente eres…
(lo peor es que no había nadie… y ella ni siquiera me podía haber visto…)

Así es, mon cherié lecteurs, el Bob Guijarro ha tenido sus buenas y sus malas pero sobre todo, sus divertidas. Me faltaría blog para contarles sobre todas, todas. Como áquella que quiso jugar conmigo y con Sal. Pobrecilla. Hace siete años de eso. Y hasta hoy la tontuela cree que nos vio las caras. Si supiera que a la media hora de comenzado su jueguito, Sal y yo ya echábamos volados para sortear quién subía a verla. O áquella otra que me hizo su amante, me hizo perder la cabeza por ella y yo me enamoré de ella. Si. Cometí esa sandez también. Pero NUNCA me arrepentiré de ninguna. Todas fueron muy divertidas y todas fueron únicas.