"You know you just can't kill a man when he's dead
You know the spirit survives (invincible)
You can't stop the advance of the Kingdom to come
You know the truth is alive (invincible)
To be invincible
Is unattainable
Without sacrifice
Feel, feel the birth inside
The life that cannot die
Are you invincible?"
Skillet, Invincible
No voy a agregar nada, nada, a responder nada, nada. Ni soy machista, ni soy misógino y a lo largo de la historia, aún la que compartimos, queda demostrado. Tampoco me interesa tenerte de enemiga en guerra por que, como ya expliqué y TE expliqué, no puede ser. Es contrario a la Naturaleza que seamos enemigos tú y yo. Y contra la naturaleza, chaparrita, ni Dios siquiera. ¿Que dije que enredaste mi vida?. Ay, B. Lee, con calma. Y date cuenta cuántas de estas cosas son tu culpa. ¿Te rindes?. Ninguna. Nunca el aire estuvo más claro, la luz más brillante y mi carácter más claro.
Desperté, sí lo admito, algo enojado. Algo molesto. Conmigo. Con la vida. El destino. Con esta constante manía de ponerme a prueba. Pero me di cuenta. Las cicatrices que traigo, las quemaduras, las cosidas y remachadas, sólo hicieron mucho más fuerte la costra que me cubre. Ahora viene lo más chingón: ponerme YO SOLO a prueba UNA VEZ MÁS. A lo mejor es la última y sólo sirve para entender que fui llamarada de petate, estrella fugaz, bengala pasajera. O a lo mejor este recabrón instinto de grandeza (instinto, NO complejo) es permanente, es sempiterno. Ahora me toca a mí demostrarme A MÍ que sí, que no debí caer y quedarme tirado. Que debí levantarme de inmediato. Que debí alzar los brazos y gritar, exclamar.
Sí. Estoy encarrerado. Por que tengo que vencer las probabilidades. Por que nunca te voy a alcanzar (¿no leíste esto?). Por que simplemente ya me cansé de caminar y caminar. Corro para regresar. Para ver si logro retroceder el tiempo. Para ver si puedo hacer que esta mente quepa en el cuerpo de ayer. Para ver si puedo, nada más si puedo. Por que fuerte soy. Invencible ni se mencione. Y además estoy molesto. Muy molesto. Ya no quepo en mi cuerpo. Ya no quepo en mi vida. Es momento de estallar en mil pedacitos. Y ver hasta dónde llego. Ya dije.
Desperté, sí lo admito, algo enojado. Algo molesto. Conmigo. Con la vida. El destino. Con esta constante manía de ponerme a prueba. Pero me di cuenta. Las cicatrices que traigo, las quemaduras, las cosidas y remachadas, sólo hicieron mucho más fuerte la costra que me cubre. Ahora viene lo más chingón: ponerme YO SOLO a prueba UNA VEZ MÁS. A lo mejor es la última y sólo sirve para entender que fui llamarada de petate, estrella fugaz, bengala pasajera. O a lo mejor este recabrón instinto de grandeza (instinto, NO complejo) es permanente, es sempiterno. Ahora me toca a mí demostrarme A MÍ que sí, que no debí caer y quedarme tirado. Que debí levantarme de inmediato. Que debí alzar los brazos y gritar, exclamar.
Sí. Estoy encarrerado. Por que tengo que vencer las probabilidades. Por que nunca te voy a alcanzar (¿no leíste esto?). Por que simplemente ya me cansé de caminar y caminar. Corro para regresar. Para ver si logro retroceder el tiempo. Para ver si puedo hacer que esta mente quepa en el cuerpo de ayer. Para ver si puedo, nada más si puedo. Por que fuerte soy. Invencible ni se mencione. Y además estoy molesto. Muy molesto. Ya no quepo en mi cuerpo. Ya no quepo en mi vida. Es momento de estallar en mil pedacitos. Y ver hasta dónde llego. Ya dije.
PD: Dejo este video. La canción, curiosamente, cristiana. Pero POCA MADRE. Poquísima madre.
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