"Well, open up your mind and see like me
Open up your plans and damn you're free
Look into your heart and you'll find love love love
Listen to the music of the moment, maybe sing with me all our peaceful melody
It's our God-forsaken right to be loved love loved love love

So I won't hesitate no more, no more
It cannot wait I'm sure
There's no need to complicate
Our time is short
This is our fate, I'm yours

Do you want to, come on, scootch over closer dear
And I will nibble your ear"
Jason Mraz, I'm Yours

Pues ya terminó todo el desmadre. Ora de "welta". A la realidad, a la chinguita. Sí, por que ahora me parece chiquita. A ver que desmadres hubo ora que no estuve por allá. Nomás cuenten: ¿se murieron ya todos los diputados, senadores, pre, post, inter-candidatos, políticos en general?. Chale, no, mejor ni me cuenten. Ahí les voy, con la misma mochila, nomás que ora hecha bolas por los calzones sucios (uno en siete días, jajajaja!).

Estuve a 7, 401 kilómetros de distancia, con una diferencia horaria de +3 horas. Vi lo que sólo Kevin Johansen podía contarme en "Puerto Madero". Pisé la misma puerta dónde Cerati presentó sun "Once Episodios Sinfónicos" vestido de Principito. Fui a ver si es verdad que la Perón ya está enterradita. Me paré en el mítico Obelisco. Comí dulce de leche, probé la Quilmes, bebí mate unas seis veces.

Vi a un par de personas que tenía que ver de cerquita. Y me miré a mi mismo en un espejo que no es el de mi casa. Me emborraché a 7, 400 km de mi bar favorito. Vomité a 7, 400 km de mi excusado preferido. Ah, y sí, eh?, en el Sur, el agua gira al revés. Se nota de volada y se siente raro notarlo.

Pero ya, ya voy. Mi vuelo sale en un par de horas. Tardaré entre 8 y 9 horas en llegar a enchincharles la existencia por allá. Jijijiji. Ya dije.