Viernes Y Sabado

Comenzamos viernes por ahi de las siete de la noche... un buen bar, buen ambiente, buena cerveza. Para las once ya me sentia medio golpeado. Y como no, si ya me habia empacado cerca de siete cervezas. Cerca de las dos de la mañana nos fuimos con los auténticos Perros de Reserva, donde el tequila fluyo como la lluvia que estuvo cayendo toda la tarde. Nunca crei que Mr. White, el jefe de la banda, terminara haciendo lo que hizo. Y mucho menos que yo terminara haciendo lo que hice. Hable abierto y sin tapujos de mis problemas (que a veces sabes que se llaman "tu") y el hablo abierto y sin tapujos de sus problemas (que a veces sabes que se llaman... pues creo que tambien "tu"). Fue genial ver y escuchar a Mr. White cantando conmigo "estoy en el rincon de una cantina". Fue bueno entonar esa de que "dicen que soy un payaso, que por culpa de tu amor, va de fracaso en fracaso...". En fin, que termino el borlote a las diez de la mañana del sabado. Asi. Borracho. Ebrio purgue los restitos que me quedaban de la cosa esa que dije que no volvia a mencionar. Asi. Lleno de alcohol me di cuenta de que no es tanto el rencor o el coraje como la desilusion. Pero, en sabias palabras de Homer, "pues te me vas mucho...¡al demonio!". Aqui estoy. De pie, desvelado. Con resaca de tabaco. Pero feliz. ¡Feliz!.