Las Manos Llenas

2.- De Venganza

De la declaración del cantinero, Elías Marisma. 37.
"Ella llegó mucho antes que el Guero y sus jefes. Mucho, mucho antes. Fácil una hora, dos horas antes. Pidió tequila. Una botella. Del blanco. Así, sin limón siquiera. Ni sal. Se tomó media botella antes de que ellos entraran. Cuando ellos entraron, Marcela (así le decía a veces el Guero) se paró al baño. Pero bien discreta o bien nerviosa, la neta es que no sé. Pegadita a las paredes. Cuando fui a su mesa a cambiarle cenicero, vi la pistolonona que le regalo el Guero una vez que estuvieron bebiendo aquí tres días seguidos. El Guero sacó un estuchote, grandote, de madera y se la dió. Total que ahístá la fusca. Cuando regresa, si le digo "Guera, no me chingues que pasó, me vas a meter en pedos". Se encogió de hombros, encendió un cigarro y nomás dijo: "No pasa nada". Entonces pasó. Manuel y sus hermanos, los Calavera, se paran en putiza de la mesa y salen hechos la chingada. Ni voltiaron los cabrones. El Guero pide otra cerveza. Pero Marcela no hace nada. Saca la pistola y la vuelve a guardar. Dos veces hace eso. A señas le pido que se calme. Sus ojos me atraviesan. Nada mas así. Entonces se va a parar detrás del Guero. Le pega la pistola a la cabeza, sin decir nada. EL Guero nomás le dijo: "Si me vas a dar en la madre, jala del gatillo pero ya. Y mas te vale que me muera por que si no, te carga la verga, pendeja". Ella nomas llora. Llora y llora. Se pone de pie el Guero. "¿Ves, pendejita?", le dice. "Juntos éramos todo, separados valemos madre. Si tu coraje es que el Chofer este empujando flores desde bajo tierra, debiste pensarlo antes de traicionarme, cabrona... anda, dispara. Un solo tiro. Ándale. Muy chinguetas, ¿no?, pos órale. Venga.". Y la Marcela, zas!, dispara. Una, dos, tres veces. Cuatro. Al cuarto ella cae de nalgas. Y mentándole la madre al Guero. Manuel regresa. El Guero tiene dos plomazos en el brazo. Pero con la otra mano, la izquierda, con esa disparó. Manuel lo ve y le dice "No mames, Ignacio, no me jodas... no te puedo cubrir tus mamadas por siempre. Al Chofer vale pero no a la Guera... no me chingues, cabron... ¡Iguana!" grita "¡Iguana!, Saca esta vieja y desaparecela...". Al acercarse la Iguana, el Guero le apunta con su cañon. "Ni madres, cabrones... se me van a la verga... yo solo me meti en esta mamada, yo solo salgo". Manuel le planta cara. "Esta bien, cabron. Esta bien. Cuando salgas de esta... buscame, jijo de la verga. Pinche loco." El Guero entonces levanta a la Marcela. La saca del bar. Yo, atrás de la barra. La neta sin saber que hacer. Entonces, se oye un enfrenon. Duro, duro. Salgo hecho la chingada, a ver el chisme. La Guera está tirada. El Guero tiene otro plomazo que le sale por la espalda. En eso, cuando el Guero va a rematar a su ex-vieja, la Iguana le pasa la camioneta encima. La Guera, reventada y todo, alcanza a volver a mentarle la madre al Guero. Y el Guero ya habia corrido. Dice mi hermano que iba llorando. Quien sabe si de que le dolian los plomazos o de que a la Guera se la cargo la chingada."