Monday, November 17, 2008

B&B


"While we were trying different things
And we were smoking funny things
Making love out by the lake to our favorite song
Sipping whiskey out the bottle, not thinking 'bout tomorrow
Singing Sweet Home Alabama all summer long
Singing Sweet Home Alabama all summer long

Now nothing seems as strange as when the leaves began to change
Or how we thought those days would never end
Sometimes I'll hear that song and I'll start to sing along
And think "man, I'd love to see that girl again""
Kid Rock, All Summer Long.



Machacar sobre el pasado tántas veces puede parecerle a alguien repetitivo o aburrido. Pero sé que buena parte de esta relación está cimentada en eso, en los buenos recuerdos que tenemos en tiempo compartido. Creo que no ahondaré precisamente en los recuerdos. En esta ocasión quiero contarte cómo nos siento, cómo nos percibo... cómo nos recuerdo. Me explico.

Tú, a pesar de lo que cuentas y dices, eras una nena linda. No vestías de rosita, de acuerdo, y le tenías aversión a las faldas y minifaldas y tobilleras y tacones, de acuerdo. Pero no eras tan violenta, tan oscura. No eras un energúmeno. No eras ni siquiera tan tomboy. Eras (y hasta hoy) muy inteligente. Tánto que, ¿recuerdas?, una vez te platiqué que con Silva habíamos llegado a la conclusión de que una mujer hermosa no podía ser inteligente. Me contestaste "¿Y yo que soy; bonita o inteligente?". Te dije, ja, "no sé... lo que sí es que YO soy un pendejo por andarte contando estas cosas...".

Yo, sin lugar a dudas, con la justicia que escribir sobre uno mismo impone, te diré. Siempre tuve suerte. Para muchas cosas. ¿Recuerdas cómo te caía gordo eso?. Tú que habías tenido que trabajar tánto para conseguir ciertas cosas y yo llegaba y ya, la mesa servida. Siempre he sido distraído, imprudente, irreverente. Pero, según yo, paciente, tolerante. Tuve suerte para entrar a la radio en el mejor momento. Tuve suerte de entrar a la Universidad en buen momento. Tuve suerte de encontrarte a tí (dos veces, ya). Y tuve suerte en muchas otras cosas.

Juntos éramos, no sé, tal vez no la pareja ideal ni mucho menos perfecta. Pero si te he de contar que hubo muchas personas que, hasta hoy, no me conciben con otra persona que no seas tú. Vivimos muchas cosas que, al menos yo, no me había tocado con nadie más. Fuiste, cómo te dije mi "primera vez" en muchos aspectos. Y sí, creo que después de releerlo, te deberías llamar Maritza Pasos. Eres un recuerdo que nunca olvidé y un olvido que siempre voy a recordar.

Recuerdo que en nuestras diferencias de personalidad radicaba lo "sabroso" de la relación. En que mientras tú eras (eso sí, sin dudarlo) de tendencias más sabias e inteligentes que las mías, yo era un rockstar ruidoso, con estruendosas carcajadas. Peleábamos por horas y días sobre tonterías. Debatíamos sobre temas totalmente trascendentales. Teníamos una rutina muy bien puesta, basada, sobre todo en la espontaneidad. Éramos sociables, alegres. Nuestras diferencias, sin saberlo, nos unían más y más.

Recuerdo cómo varias veces llegamos tarde a ciertos compromisos por "ocuparnos de lo nuestro". Cómo nos llegamos a "ocupar de lo nuestro" en lugares no propios para "ocuparnos de lo nuestro". Con público a centímetros y con público a metros... pero ese público ni supo ni se imaginó que pasaba debajo del mantel y en el salón de clases recién pintado. Así éramos. Fantásticamente imprudentes. Increíblemente recatados. Llenos de sueños y de ideas. ¿Cuáles seguirán vivos?. Cosas que se fueron y que viven dentro de nosotros. Cosas que nos mantienen y que nos seguirán uniendo por mucho tiempo.

Sé que estás pasando un mal trago por ahora y que estoy contigo incondicionalmente, B, remember, this time, i'm here to stay. Ahora la cosa es... ¿querrás que me quede por aquí?. He dicho.