Hablar de la verdad nunca es fácil. Saber que te han derrotado y aceptarlo no es lo mismo. Viga me ha dicho que debo sufrirte para expulsarte. Que debo caer de rodillas, terminar tirado sobre montones de vidrios, de brasas ardientes. Vomitar, casi morirme. Y no. No es para tanto. Prefiero hablar la verdad sobre ti. Solo la verdad. Decir lo que eres y lo que no eres. Y al final, la verdad sobre ti lleva, implicita y entrometida, la verdad sobre mi.
Eres: una personita increíble, maravillosa, llena de virtudes.
No Eres: Segura de tí misma, confidente en tus capacidades.
Eres: una niña ansiosa por que la quieran, llena de una sed por ser apreciada por muchas más cosas que solo el cuerpo.
No Eres: Consciente de ti misma. Capaz de aceptar esa debilidad por ser querida.
Eres: El objeto que más de uno ha poseído. Menos yo.
No Eres: La persona que yo pensaba. Y si, soy un estúpido.
Eres: quién merece más de lo que tiene.
No eres: Quién haga algo para alcanzar esas metas.
Eres: Quíén me inspiró para que soñara con que podía yo ser mejor persona.
No Eres: Quién mejor me ha tratado.
Eres: Quién me hizo caer de rodillas, nada más para probar que me equivocaba.
No Eres: Quién tiene la razón esta vez.
Y Yo No Soy Esa Persona Que Podía Haber Sacado Lo Mejor De Tí. Y Soy Esa Persona Que A Pesar De Todo Te Sigue Queriendo. Poquito Pero Te Sigue Queriendo. Salud Por Ti.
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