Monday, May 09, 2005

Las Palabras

Después de acontecido el dolor de mi tío Chucho, fui comisionado para hacerme cargo de mis dos sobrinos, hijos, el mayor, de mi primo Alejandro y el más chico de Gaby. Ya lo sé que los niños siempre son más listos que nosotros. Pero nunca deja de sorprenderme cuan inteligentes son... Así las cosas, mi sobrino el más grande, Rodrigo, me comienza a contar que su abuelito está dormido, que se fue al cielo y que allá estará mucho mejor, que ya no va a sufrir dolores. Caray. Y entre sus cosas, la que más me sorprendió, fue esa parte dónde se quedó con cara de consternación y de repentina duda: "¿Y ahora con quién se va a pelear mi abuelita?". Le dije que dejara eso en paz, que en vez de ocuparse quién iba a pelear con su abuela mejor pensara en como hacerla sentir mejor. Y se puso a hacer cientos de dibujos, llenos de "Te Quiero, Abuelita"'s. Así son los niños. Con eso y un abrazo, mi tía Luz María se ve más repuesta... (se preguntarán: ¿como es que éste está escribiendo, no que mucho dolor y mucho sabe qué y sabe cuál?). La magia de los niños. Yo la conservo áun, la mía, original y de paquete. ¿Y tú?