Felina: El segundo. Sólo falta el cruzado que te conté, donde los dos temas se entretocan. A ver si te late éste.
Las ventanas del coche están empañadas. La palanca de velocidades en las costillas. ¿Cómo diablos se supone que le hacen todos los que se supone que han cogido en un vocho?. Siento que me ahogo. ¿Estaré haciendo bien las cosas?. Ni como saber. Si hubiera ensayado con alguien que si supiera, que me enseñara para no regarla. Y luego encima sin un lugar para hacer bien las cosas. Cabrón. De menos hubiera ahorrado para llevarla a un buen hotelito. Chingada madre. Huy. Creo que la lastimé. Y para colmo no veo ni madres. ¿Como haces para quitarle el brassiere?. Me lleva, se zafan estas madres... a ver, ahí... no, ya la cagué, chingados... ¿y si le pido que se lo quite ella?... no, que pendejo me voy a ver. Y mejor, que no haya luz, así no se da cuenta las caras de imbécil que estoy haciendo. ¿Eh?, ¿quién toca?... Chíngalo, la policía.
250 pesos para que nos dejara ir. Pinches gachos. Y luego Teresa chilla y chilla. Me cae que si no, pinches policías me la pelan.
Continuará...
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