Saturday, March 07, 2009

Una Historia Secreta

"Hey, little sister, what have you done?
Hey, little sister, who's the only one?
Hey, little sister, who's your Superman?
Hey, little sister, who's the one you want?
Hey, little sister shot gun!

It's a nice day to start again
It's a nice day for a white wedding
It's a nice day to start again."
Billy Idol, White Wedding

Antes de que pongan caras, de que alcen las cejas, de que se imaginen cosas, NO, NO ME VOY A CASAR. Eso sí, contaré aquí un par de cosas que NADIE sabe... acerca de bodas... de UNA boda.

Hace muchos años, planeaba mi boda con una mujer maravillosa, con una mujer increíble, con una Supermujer, con una Batichica. Las cosas estaban con vapor de presión por todos lados. Las cosas estaban MUY tirantes entre los protagonistas de la susodicha boda. Pleitos constantes, peleas, celos, discusiones. Y así, echamos (ayudé BASTANTE) a perder una maravillosa historia de tres que tomó 3 veces ese tiempo reparar. Pero esa es otra historia y deberá ser contada en otra ocasión.

Lo que nunca supiste, querida B, es que en secreto, entre cosas que eran muy en serio para que nunca las olvidaras y muy en broma otras para que tampoco las olvidaras, con ayuda de ciertas personas, preparaba lo que quería yo fuera el mejor momento de tu vida entera. Precisamente el sábado pasado, entre copas, con Silva, me dio a recordar que la petición de mano la pensaba hacer acá, en un restaurant llamado Amaranto, dónde conocemos al dueño y que la ayuda del Silva, de Abarca, del Ed era parte del plan. En cierto momento, después del anillo y demás, ellos brincarían de por ahí y verías una fiesta Goodfellas (así nos llamaba por áquellos tiempos su papá del Ed). Busqué alguien capaz de venderme cerros y cerros de pétalos de rosas para bañarte con ellos en la iglesia... ríete si quieres pero hasta a dieta estaba yo. Obvio, eso era cuándo no me mirabas porque sabía que cambiar la más mínima de mis costumbres te daría razones para sospechar. Y me imaginaba yo que si sospechabas algo, no sería precisamente cosas de la boda o petición de mano. Silva me prestó casi doce mil pesos para tu anillo de compromiso. ¿Te conté que pasó con ese anillo?, ve a Campeche, miras al malecón y por ahí debe de andar, una de dos, en la playa o en el fondo del mar.

Miré trajes de boda, trajes de novio. Estaba dispuesto a perder... perdón, a invertir casi seis mil pesos en un trapo, cuándo me lo probé, fui Guijarro, Bob Guijarro. Por eso me reí hace rato, en la mañana cuándo me llamaste B, James B. Pensaba dejarte lo demás A TU ELECCIÓN. Quería que vivieras ese momento más tuyo que mío, que disfrutaras cada instante. Ya me conoces, quería, simplemente, que fuera TU momento.

Al final, ja, no sabes. Me quedaron deudas. El anillo, Silva me lo dejó de cobrar cuándo le debía casi siete mil pesos. Nunca supieron en realidad lo que sufrí por tí. Al menos Silva sí. La Liga no. Me quedaron muchas, muchas personas que me preguntaron que que pedo, que que onda. A muchos les alcancé a responder sobrio. A otros aún los tengo esperando por sus invitaciones.

Según tu teoría, si en áquel entonces tú y yo hubiéramos atado el lazo, hoy estaríamos alegremente divorciados. Quién sabe. Lo que si sé es que con todo, con tus oscuras premoniciones, mi manera de pensar me dice que las locuras seguirían... quién sabe. La diversión viviría tocando la puerta porque, lo sabes, sí hoy sufrimos los problemas del "mundo real" es porque durante mucho tiempo no tuvimos las compañías correctas, porque las aventuras que vive uno con las compañías no-correctas siempre dejan cicatrices muuuuy gachas y esas cicatrices hasta el humor y la manera de ser le cambian a uno... y no siempre para bien.

En fin. El caso es que, creo yo, al final los planes de boda son lo de menos porque es mucho más interesante para contarles a nuestros nietos que nos perdimos mucho tiempo y recuperamos algo más fuerte, grande y bonito. ¿No?.

Cómo remate y, te lo juro que me llevó meses, busqué y busqué esta canción. Recuerda que no había internet cómo tal, que no existían los MP3 tan comunes, que ni Napster (R.I.P.) ni Limewire ni Ares aparecían aún, así que la búsqueda de algo que no te acordabas de cómo se llama pero sí que era precioso, era muy difícil. Ni los zoquetes de Tower Records, de Mixup o siquiera de las tienditas simples de música me ayudaban. Al final, de importación, en un Tower, conseguí un CD de un cuate llamado Edwin McCain... sólo por ESTA canción, llamada I'll Be que aún hoy, yo considero NUESTRA canción... cómo extra... ¿te acuerdas de una vez que fui a Cuernavaca y llevaba el soundtrack de Tarzan de Disney?. Era para ver si alguna canción de ahí te gustaba. Y creo que no te gustó. Ja. Te dejo NUESTRA CANCIÓN. Apréndetela. Es muy bonita. Ya Dije.