Wednesday, March 11, 2009

Prohibida La Nostalgia.

Ok. ¿Para qué regresé corriendo de dónde anduve?, ¿para que me pasé casi 12 horas en espantosos caminos, en espantosos transportes?, ¿para encontrarte con carita de nostalgia, B?. No. No, no, no. Pongan ojo al parche, porque este post va en 3 partes.

Primer Acto: Across The Universe

Lunes. Medianoche. partimos rumbo a la región de la Montaña del estado de Guerrero. Seré brutalmente honesto y diré que qué poca madre. Nuestros gobiernos, estatal y federal, mucho billete, mucho recurso, mucha guaguará pero es, neto, cómo pintar de "bonito" lo feo, lo triste. El Centro de Salud Tlapa, un espacio de alta tecnología, de alta medicina. Y no dejan a entrar a la gente de la misma población. De veras. El policía de la entrada, negando la entrada a una mujer que no hablaba ni español. "¿Porqué?" le pregunté al tipo. "Porque tenemos prohibido que entren por aquí, ellos entran a la vuelta, dónde no se vean". Y de pronto, moles, ve mi gafete. Pálido se puso el tipo. "Pero son órdenes del director" dice. En otra ocasión, hubiera yo armado un desmadre. Pero no, ahora no. Ahora tenía prisa por terminar mi misión y regresar. Y lo hice, terminé mi parte, entregué el mobiliario, repetí las instrucciones sobre cómo usarlo y listo. Tenía la autorización para regresar antes que todos y así lo hice. Emprendí la graciosa huída. Normalmente, de Tlapa de Chilpancingo, el viaje dura entre 3 y 5 horas, dependiendo de la suerte. Si calculamos que salí de Tlapa a las 7 de la noche y llegué a Chilpancingo a las 7 de la mañana... imaginen la travesía. No me voy a clavar en detalles. Pero fue una travesía. Divertida pero si, cansada. En fin, llegué a las 7 de la mañana y zas, la sorpresa porque no me esperaban hasta el viernes. Sorprendi a mi padre haciendo jugo de naranjas y toronjas. Lo abracé por la espalda, porque no escuchó cuándo entré. Fue lindo ver como casi logro hacer llorar al viejo.

Segundo Acto: Everyday Is A Winding Road

Por esos actos de casualidad, pasé casi todo el día a solas con mi padre. Y cómo que sin querer eso abrió ciertos canales que llevaban tiempo, no cerrados, más bien sin ser tocados. Charlamos. Preguntó sobre mi vida personal, ya sabes, la de "fuera de casa". Bah, sin novedad en el frente, nada interesante. Comimos juntos. En silencio. Con respectiva cerveza. "¿Sabes?, creo que son los años pero igual y es nada más el día... pero me acordé... cúando tenía tu edad, me casé con tu madre, en abril. Nueve meses después, zas, naciste tú. Cuándo yo tenía tu edad, hijuelacola..." Cuándo terminamos de comer y terminé de levantar la mesa, lo volví a abrazar por la espalda y le di su regalo: un reloj Nautica que lo traía loco desde diciembre. "Que no sepa tu hermana porque nos mata..." Ja.

Tercer Acto: We Didn't Start The Fire

Me puse a revisar tu blog y, B, as always, por eso es que te quiero tánto. Pero, sólo diré una cosa. Las cosas pueden ponerse grises, gris oscuro, negras, rojo oscuro, cómo quieras que se pongan. No pierdas el ánimo, el valor, el coraje. No tiembles cómo niña por pensar en mañana. Mejor goza las cosas que tienes hoy y que son muchas. Bastantes. Aún sin contar las cosas que tengo para tí. Tienes una vida muy linda, muy chida. No te pongas melancólica. Es más, tengo el punto que te va a alegrar los días hasta que nos volvamos a ver: para mí siempre serás esa linda mujercita de 20 y tántos. Soñadora, valiente, cabrona, cojonuda.Divertida, romántica, sensual. Siempre. No importa que tan arrugado, calvo, panzón esté, SIEMPRE TE VERÉ COMO ESA MUJERCITA DE LA QUE ME ENAMORÉ PORQUE APRENDÍ A VER MÁS ALLÁ DE TU MIRADA. Sonríe, B, mucho, hazlo cómo ejercicio. Sonríe cuándo veas a tus padres. Sonríe cuándo veas a tu hermano. Sonríe cuándo veas a tus hijos. Sonríe simplemente porque sabes que sonreír es el tratamiento rejuvenecedor más económico. Sonríe y punto. Ando de muy buen humor (se nota?) aunque parezca que a veces los de los bancos ya merito me pescan y los del cel otro tántito. Aunque las cosas en la chamba comploteen para que no sea así. Aunque esté más solo que nada en el mundo y ni mi familia me alcancé a veces para llenar ese hueco. Bah, la vida es corta y mejor quiero compartir la alegría que me llena estos días (no sé de dónde pero que importa, la tengo y punto). Te Quiero, B. Recuerda que te quiero enterita para la próxima vez que te vea. Cuídate. Ya Dije.