Tuesday, March 24, 2009

Never Despair, Never Surrender

"I've been swimming in a sea of anarchy
I've been living on coffee and nicotine
I've been wondering if all the things I've seen
Were ever real, were ever really happening

Everyday is a winding road
I get a little bit closer
Everyday is a faded sign
I get a little bit closer

Everyday is a winding road
I get a little bit closer
Everyday is a faded sign
I get a little bit closer to feeling fine"
Sheryl Crow, Everyday Is A Winding Road

Poner el iPod en automático. Que suene "Teenage Wasteland" de The Who. Caminar entre mucha gente y que casi todos te miren e inmediatamente te ignoren. Que unos cuántos te vean y presientan que algo más hay en tí. Que aún en la chinga, sigas rescatando a la gente que en su vida dará un peso por tí. Que la mayor ilusión del día sea esperar un post, un mensaje, un mail dedicado a tí. Que una siesta de 20 minutos baste y sobre para reponer las pilas y poner de nuevo capas, botas y volar, nomás por vigilar. Y que de repente que en el iPod suene "I'm Yours" de Jason Mraz o "Now And Forever" de Richard Marx y pueda ver TU rostro frente a mí y, cómo NUNCA, desear que sostengas mi mano y por hoy, SEAS TÚ la que me diga "todo va salir bien".

De repente, zas, la tarde y que se termine la chinga. Caminar de vuelta a la casa. Silbo al compás del iPod y "The Dirty Glass" de Dropkick Murphys. Mirar de nuevo los eternos rostros de esa enorme persona desconocida llamada "gente". Me gusta ese momento porque me convierto en uno más, simplemente uno más. Los deseos por sobresalir no existen. Simplemente quiero saber que sienten tántas personas sin esperanza. Saber si se puede compartir la conformidad. Pero me resulta imposible. Saber lo que vive en mí, el dragón ansioso de volver a incinerar el mundo, vidas, de marcar conciencias. Eso no me facilita muchas veces nada. Y en el iPod, "Just Another Victim" de los Helmet y House of Pain.

Aún en casa, con la gente que me ha visto crecer, caer y salir adelante, me siento aislado. Hay un cúmulo de cosas que no entenderían. O eso me hacen creer. Y "Shape of my Heart" de Sting resuena en mis oídos. Y, ¿sabes?, no puedo dejar de sonreír. Porque a lo largo del día, me he dejado sorprender, una y otra vez. Sí. Las cosas que romperían la voluntad de la gente común, me hacen sonreír. Ver que no creen en mí. Ver que me quieren sorprender de mala manera y no pueden. Ver que aún la gente que no me conoce no puede evitar mirarme y pensar que habrá debajo del traje de almacenista. Pero eso no es todo. El sol saliendo, lento, lento, despacio, queriendo entibiar la mañana fría. El sonido de los árboles al ser mecidos, rozados por el viento. Ese es mi alimento. Pero no mis vitaminas. Ya lo dije. Al llegar la noche, sé que de menos cinco minutos sumergido en tus miradas, tocar tus manos, pequeñitas, pequeñitas, besar tus hombros, rodear tu talle, me pondrán en mi lugar. Escuchar tus quejas. Saber que a veces estás harta de tu vida y que de esa no te puedo rescatar yo porque en tus decisiones no quepo yo. Y mi lema resuena en el corazón de la gente que he tocado. "Nunca renuncies, nunca te rindas". Y en el iPod, Sting insiste, "Tomorrow We'll See". Ya Dije.