Friday, February 20, 2009

Temporada de Locura

"So are you gonna stand there
Are you gonna help me out?

We need to be together now

I need you now

Do you think you can cope?

You figured me out - that I'm lost and I'm hopeless

I'm bleeding and broken, though I've never spoken

I come undone in this mad season

And now I'm cryin'
Isn't that what you want?

And I'm tryin' to live my life on my own

But I won't, no,

At times I do believe I am strong

So someone tell me why, why, why

Do I, I, I feel stupid

And I come undone

And I come undone
"
Matchbox Twenty, Mad Season

No cabe duda. Cuándo los astros se alinean para algo, nada nos quita el guamazo. Honestamente, derecho, he andado de un humor de perros. Al grado de que anoche reventé (literalmente) mi control de Playstation favorito... Pero, me vale madres que me digan cursi, entre la V y vos, B, me han calmado bastante, me ponen alegrías y esperanzas, ahí dónde ya no me quedan. De veras. En el caso de ella, porque se ha dado a dos tareas: una manera un tánto bizarra de conquistarme que consiste en darme picones y ser la más solícita escucha a mis broncas. Me enternece el corazón. Y luego tú, B, que a pesar de que digas mil veces "volaré sola", lo sabes, sólo tienes que mirar sobre tu hombro y allí detrás, a poca distancia, iré yo.

No me interesa saber el chisme, no me interesa aconsejarte (porque a veces eso casi equivale a emitir juicios y entre tú y yo está esa cláusula de no juzgarnos), no me interesa ponerte en evidencia ante mí. No me interesa que me cuentes todo o sólo lo que tú elijas. Me interesa, simple y sencillamente, que tú estés bien y que te sientas bien y que me dejes ayudarte un poquito, darte parte de lo que tengo para tí. Sí, sabes que también quisiera... en fin, que que caso tiene. Mejor espero un poco... a que termines de barrer. De trapear, de sacudir. Te espero aquí sentado, con los pies arriba para no manchar nada y una cerveza fría... con portavasos para no manchar tus muebles.

Sí, sí, ya sé, que no somos tan jóvenes, que bien que mal no podemos botar todo a la goma por las cosas que queramos. Pero, ni modo, B, i love you just the way you are. No me quejo de tí, de las cosas que me digas ni nada. Au contraire, me gusta demasiado saber de tí. Sé que a veces hacer que alguien confíe en tí es cómo abrir una llave enorme de agua. Y a mí no me importa quedar empapado de tí, de tus cosas. De veras. No me importa. Porque, te daré la razón, las trivialidades deben de pasar casi inadvertidas. Que si el pinche banco (que a mí también me trae pendejo, por si quieres saber), que si el gas, que si etecé, que si ahora no tengo casa y tengo que compartir tencho y que eso le hace pensar a las personas más cercanas a mi vida que pueden opinar con todo derecho y que sobre todo YO LES TENGA QUE HACER CASO. Ja. Vaya. Mira, que el hecho de que mi vida esté tomando OTRO rumbo y que el Ultimate esté hibernando, no quiere decir que no sea cómo un tren de carga desbocado, corriendo a full, aplastando sin piedad los obstáculos, como orgullos, estúpidas autosuficiencias, dependencias imbeciloides. Sí, B, aprendí que pedir ayuda cuándo la necesitas no tiene nada de malo ni me hace menos hombre que hacer las cosas por mí solo, no poder y fallar vilmente.

No te estoy tratando de poner moralejas ocultas de nada porque simplemente no opino sobre tí ni sobre tu vida. La única chamba que tengo cómo tu amigo es apoyarte en TODO, es poner mi mano sobre tu hombro cuándo necesites fuerza, poner mi paragüas sobre tu cabeza cuándo llueva para que no te mojes, dejarte reposar sobre mi hombro, poner una sonrisa en mi rostro cuándo vea el tuyo, cantarte a dormir, despertarte con un beso, llevarte a bailar despacio, despacio. Y ya.

Cómo alguna vez alguien me dijo a mí, cuándo creí que de verdad era Hombre de Acero, "llorá si querés llorar, gritá si querés gritar pero déjame saber que pensás, que sentís, que dolés, que compartiendo pesa menos la vida". Sí, B, me lo dijo una mujer que era algo así como "amor platanito" (platónico, antes que pongas caras), llamada (o apodada) Laviga. Argentina. Genial. Ahora me toca ponerme ante tí y decirte lo mismo. No soy el hombre de tu vida. No sé ni siquiera que papel juego. Pero de que es momento de apoyarte y hacerte aceptar cuándo necesitas algo de ayuda, eso es cierto: es AHORA, antes de que me muera, antes de que te mueras, antes de que digamos "aaaaaay porque no lo hice antes...".

Es tiempo de locura, lo sé, y en mi vida sólo tengo una certeza y esa certeza eres tú y lo que siento por tí. Es tiempo de locura pero, cómo lo han podido constatar, mi locura me lleva a tomar las mejores decisiones que jamás tomé. Esa misma locura es la que convierte un instante de rabia, de coraje, en energía creativa, en terminar mis pendientes. Esa locura es la que canaliza la mala vibra en ingenio, en respuestas que cortan cualquier pendejada que venga hacia mí. Y esa locura es la que me deja ver con claridad que a tí no te salvaré de un edificio en llamas, de un puente derrumbante. A tí, B, te salvaré de tí misma y de tu orgullo. Pero esa si que será una chamba épica que ni siquiera Homero o los grandes letristas pudieron soñar. "Tengo tiempo y tengo paciencia, y sobre todo, te quiero dentro de mi existencia, de cualquier modo...". Ya Dije.

PD: Te Quiero, B. Sabes dónde estoy, sábes que hago y que pepe conmigo. Cuídate. Mucho. Y sí, lo sé, ESTOY LOQUITO. Pero yo lo-co-lo-co y ella lo-qui-ta. Ja. Bonita combinación.