OK. La decisión está a medio tomar. Esto de la amenaza de muerte todo mundo se la ha tomado en serio but me. Mi Ardilla propone pensar seriamente en irnos de aquí a cualquier otro lugar (si ustedes tienen idea donde se pueden esconder un Berrendo, una Ardilla y dos Ardillitos locos, avisen: necesitamos trabajos, escuela y una casita... nomás). Yo lo haría. Después de todo, lo único que me une a este chinche lugar es que mi vida Pre-Ardilla estaba toda aquí. Pero esa no era vida. Así que ahora no queda nada más que Sres Padre y Madre y Princesa Superpoderosa. Bueno, y los amigos pero ellos entenderán. La verdad es que si me largaría hasta el fin del mundo con ellos. Y con los que vengan. Así que, sras y sres, si tienen un lugar, un rinconcito, ya saben, soy Bob multiusos, trabajador y mas ahora. Sí, Ardilla, me voy contigo hasta el fin del mundo. Y más allá.
PD: Update a la amenaza de muerte. Resulta que aún con todo, la Ardilla no le ha dicho a Atlas que su inteníón es rehacer su vida conmigo. Quiere hacerlo. Y dice ella "a ver que sale...". No, Ardilla, no. No le tengo miedo. Tengo miedo a perderlos a ustedes tres, a tí después de tantos años de esperarte y a ellos dos después de tan poco tiempo. Y yo, tan campante. No me apura. La neta. Entre malandrines lo aprendes: "perro que ladra, no muerde". Y este perrito ladra mucho. Demasiado. Y aburre.
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