Monday, May 29, 2006

Comfort y Música para Volar II (El Soundtrack De Mi Vida)

Hace meses comencé una lista de mi música, de la música que tengo guardada en mi computadora… o que tenía, más bien (sí, lamento informarles que el disco duro feneció…). Hoy, más simple, música para distintos momentos, música que ya no soporto escuchar, música que me lleva a un cierto lugar y un momento, música que significa demasiado para mí y música en general.

Dude (Looks Like A Lady) de Aerosmith, me recuerda noches con coca-colas y hamburguesas en el Caprice de mi amigo Amado, a.k.a. Transis. Pláticas de mil quinientas estupideces que, sin embargo, lo dejaron a él conocerme mejor de lo que yo le conozco.

Eye In The Sky del Alan Parsons Project, sin remedio, me lleva a la primera gran peda que mi amigo Paco Silva y yo compartimos. Él es fan del Alan Parsons. Y si supieran su seriedad, su sobriedad, se sorprenderían de cómo puede compartir una amistad con su seguro servidor.

Uptown Girl de Billy Joel. Tardes de caminatas largas, largas, de eternas pláticas con Julieta, que una y otra vez me pregunta “¿Por qué me llamas Uptown Girl?”. Simple, Jules. Tú papi era dueño de medio Chilpancingo y yo sólo era un downtown boy, un chico de arrabal, sin futuro ni preocupaciones.

Army Of Me de Björk. Irremediablemente a Edith. A esa niña de 15 años que aprendió a querer a un auténtico Jackass de 21. A esas mañanas tirados en mi cama, escuchando discos, cassettes, viendo MTV cuándo aún valía la pena.

Video Killed The Radio Star de The Buggles. La primera canción que MTV transmitió. Y cuándo la escuchaba, a mis tiernos 8 años, me preguntaba como un video podía matar a la radio. Y cuándo descubrí el mundo de la radio, 12 años más tarde, comprendí, LA RADIO JAMÁS MORIRÁ mientras existamos enamorados de ella. La recuerdo en la sala de aquel departamento, dónde tantas tardes me pregunté si era verdad que los perros, cuándo grandes, se convertían en osos y los gatos en tigres. Y dónde tantos sueños se salieron por mis ventanas, alejado por primera vez de toda mi familia.

In My Place de Coldplay. Verano del 2001. Sentado en un local dónde me dedicaba a diseñar, recuerdo haber encendido la computadora, el iTunes, sintonizar Virgin Radio de Inglaterra y sentarme a casi llorar. Citlalic se acababa de ir y me sentía impresionantemente solo. Y me preocupaba sentirme así.

Enemy de Days Of The New. Una vez, me sorprendí a mi mismo, mirando al espejo, pensando en alguien que ya olvidé, preguntándome como era posible que me vieran como un enemigo. Y comprendí: para ellos soy enemigo. Para mí, no son nada.

No Son Of Mine de Genesis. Primera vez que trabajaba yo en un bar, recién cumplidos mis 18. Mis problemas con Sr. Padre, aunque disminuían, seguían latentes. Y una tarde, me fui de casa. Así nomás. Tardé año y medio en volver. Y cada que escucho esta canción, recuerdo el momento en que regresé. El que me dirán, como me recibirán, ¿me juzgarán?.

For The Love Of A Princess de James Horner. Tema de amor de Braveheart. Mi novia de aquella época era… 7 años mayor que yo. Cinco años después, Bob Zemeckis la toma para el trailer de Cast Away. Y simplemente me vuelve a impactar. Es instrumental, muy escocesa pero ay hijo de la ch…

My Sharona de The Knacks. 1982. Sres. Padres compran un disco del mejor rock del año. Pensando en ellos, obvio. Pero yo me apoderé del tornamesa ese día y mi futura convicción de que el Rock&Roll Rules quedó tatuada en mi cerebro para toda mi vida.

Si Tuviéramos Alas de Miguel Mateos. 1990. Dos discos me han dejado con la boca abierta este año: Canción Animal de Soda Stereo y Kryptonita de Mateos. De este, son dos canciones en específico: esta y Hablando Con Mi Ángel. Noches con mi walkman a todo volumen encerrado en mi habitación, pensando en la primera niña que me rompió el corazón.

Smells Like Teen Spirit de Nirvana. 1993. La verdad, al principio, detestaba el grunge y en especial a estos nenes. Para mí el verdadero rock estaba a punto de morir y los roqueros de verdad éramos algo así como el Priorato de Sion, escondidos, esperando a regresar y exterminar a los amantes de Guns N’Roses y Metallica y de Nirvana, a los niñitos “rebeldes” que se habían quedado sin nada ante que protestar y que aún así lo hacían. Hoy, todos esos adolescentes, son funcionarios de gobierno, con corbata. Y yo, un guerrero de la vida.

Perry Mason de Ozzy Osbourne. 1995. Nirvana acaba de perder a Kart Cobain, Metallica va a regresar. Guns N’Roses ha desaparecido. Y una noche de viernes, en un show de MTV, aparece un Ozzy que me recuerda el ritmo al que laten mis venas. El Rock Ha Vuelto, Señoras y Señores. Tápense los oídos.

I Don’t Want To Wait de Paula Cole. El tema de Dawson’s Creek, donde se hizo famosa la esposa del loco de moda Tom Cruise. Por una anécdota con la Guera, Ariday, no soporto escuchar más esta canción. No puedo simplemente.

Last Kiss de Pearl Jam. 1998. Sí, sí, tienen mejores canciones, pero esta la descubrí en un tianguis de discos usados. En forma de single. Era parte de un disco para recolectar fondos para Bosnia-Herzegovinia. El clásico del Rock, con la lija de voz de Eddie Vedder.

You’ll Be In My Heart de Phil Collins. 1999. Tema de Tarzan. Ethel creyó estar embarazada y yo, inconsciente, me alegré. Cantábamos esta canción para nuestro hijo que sólo resultó una mentira de ella por que creyó que yo la iba a dejar. Nunca le perdoné que me rompiera así el corazón.

Family Portrait de Pink. Cuándo mis padres se divorciaron, yo tenía 15 años. Cómo me ordenaron “cállate y no le digas a tu hermana”, pensé que en realidad todo había sido mi culpa. Pasó mucho tiempo antes de que me resignara a no tener una familia normal. Y a no ser el candidato ideal para tener una familia normal algún día.

So Lonely de The Police. Nunca podré decir nada ni demasiado poco ni demasiado malo de The Police. Esta es la canción que me hizo decidir a tocar el bajo eléctrico. El solo que se avienta Mr. Summner es, sencillamente, titánico.
Aunque mi favorita es en realidad
Every Little Thing She Does Is Magic de The Police. Esta canción suena y resuena en mi cabeza como repetición de la primera vez que perdí a esa persona que no recuerdo, a esa mujer que ya olvidé.

Nobody Loves Me de Portishead. 1995. Con Paco Silva teníamos un cierto ritual. Los viernes, manejaba él, callábamos los dos. Media noche. Una noche, rompimos la regla y descubrimos que a pesar de tener novias en ese momento, lo que necesitábamos era estar solos, crecer un poco y aprender a compartir más con los amigos. Ese momento llegó diez años después.

Push The Feeling de Nightcrawlers. Un punchis bastante soso. Me lleva a las noches eternas de disco sin alcohol de 1995. Liz Talavera, Paty, Cibeles, Maribel, Esmeralda, Paco, Edwin, Yigal, Transis, Poncho y su Seguro Servidor, desvelándonos cada sábado. Sí, me divertí. Lo admito.

I’ll Be Missing You de Puff Daddy. La bastardización de Every Breath You Take que Puff le dedicó a Big… algo, un rapero amigo de él, muerto en un tiroteo. Me recuerda la primera tarde que pase con Ethel, encerrados en la oficina de mi jefe, un sábado lluvioso de agosto por la tarde. Esa tarde murió la Princesa Diana. Y Sting y Puff Daddy la dedicaron, meses después, a su amigo rapero y a la princesa Di.

Everybody Hurts de R.E.M. (renglón dedicado con todo mi corazón a Kathya). 1993. Automatic For The People aparecía en las tiendas. Y aunque todos estaban fascinados con Man On The Moon, yo simplemente me enamoré de esta canción. Todos sufrimos. Y no nos queda más que apoyarnos en nuestros amigos. Hay más fuerza allí de la que JAMÁS podremos siquiera imaginar. Khate, te mando todo mi corazón y mis buenos deseos, ahora que te sientes un poco impotente. Nada dura para siempre. Ni el dolor… ni el amor.

Zoom de Soda Stereo. 1995. La primera vez que la oí, me cayó algo mal por que me parecía que Soda se repetía a sí mismo, con Entre Caníbales. Pero después de escucharla over and over and over again en MTV, no puedes evitar pedir el loop protagónico entre tus labios de plata y mi acero inolvidable. Y ese “pruébame y verás que todos somos adictos a estos juegos de artificio, voy a hacerte un macro porno intenso… lo que seduce, nunca suele estar donde se piensa… zoom”.

Can’t Stop Lovin’ You de Van Halen. Principios de 1995. Una imagen que nunca dejará mi mente: un hard rocker, Eddie Van Halen, líder del grupo… ¡con la greña corta y barba de candado!. Nunca pensé que un pelón pudiera seguir tocando música así. Nunca, nunca, nunca. Y escuchar el riff de la guitarra y la voz de Sammy Hagar (que digan lo que digan, es el mejor vocalista de Van Halen), me dio esperanzas: el rock no ha muerto, señoras y señores, el rock está esperando renacer, más maldito, como el séptimo hijo de un séptimo hijo, como en las profecías.

Sting en MTV Unplugged de 1991. Ahí entendí Mad About You, algo así como Loco Por Ti. ¿Sabes de que trata?. El Rey David (sí, el de las Mañanitas y el Rey de los judíos), se enamora de una mujer. Pero esta mujer está casada con un general de su ejército. Y David entiende. Ni todo el poder de un rey puede hacer que una mujer se enamore de él. Ni la promesa de un reino, de un mundo entero. Y a dónde me lleva: un lugar y un momento que ya olvidé, que no recuerdo más, que no me inspira nada. Pero que chingona canción.

Y estas son ALGUNAS de las canciones que me gustan, que me hacen ser como soy, pensar como pienso, querer como quiero y vivir como vivo… ¿las conocen?