"Ooh this could be messy
But you don't seem to mind
Ooh don't go telling everybody
And overlook this supposed crime
We'll fast forward to a few years later
And no one knows except the both of us
And I have honored your request for silence
And you've washed your hands clean of this"
Alanis Morissette, Hands Clean
But you don't seem to mind
Ooh don't go telling everybody
And overlook this supposed crime
We'll fast forward to a few years later
And no one knows except the both of us
And I have honored your request for silence
And you've washed your hands clean of this"
Alanis Morissette, Hands Clean
A riesgo de los celos que este post pueda despertar, a riesgo de las preguntas que surgirán a partir del mismo, aún a pesar de todo, lo escribo.
En Noviembre, los muertos me trajeron una sorpresa. La verdad, fue muy agradable, fue muy bonito, muy lindo. Desenterrar años de recuerdos, ponerlos sobre la mesa, compararlos. Las frases, todas, comenzaban con "¿te acuerdas...?". Hubo esperanzas, hubo desencuentros, portazos, reclamos, regaños, zapes... pero siempre era todo muy divertido, me puso en perspectiva de los años que perdí.
Y ahora, un nuevo desencuentro, desencadenó un ádios fortuito, la verdad, muy violento y desagradable. Reclamos fuera de lugar y respuestas iguales. No tengo que echar culpas de nada pero la verdad, sí, la culpa fue nuestra. De los dos. No voy a pedir disculpas porque sé que tengo la razón y que mis palabras no tenían nada de ofensivo ni de irrespestuosas.
Sabes que siempre contarás conmigo, siempre que te tragues el maldito orgullo y te decidas a hacerlo. ¿Qué?, ¿que te molesta ver que no me quedé sentado y que sin buscar encontré algo nuevo, hermoso, poderoso, que me llena de vida, de esperanzas, de ganas?. Pues ni modo. ¿Qué?, ¿que ME molesta A MÍ que no seas la misma que hace nueve años?. Pues... no, ¿eh?. Te lo dije desde el primer día. Lo sabía y no me molestaba en lo más mínimo.
Pero... en fin, que ni qué y pues ya qué y ni modo y al mal paso, darle prisa. No te diste cuenta pero a tí no hubo necesidad de soltarte las amarras porque nunca te ató nada a mí. Estabas sin compromiso conmigo así que desde el tercer día, ya había yo logrado dejarte ir.
Ahora, me toca una tarea un poco más difícil, más pesada pero la verdad, MUCHO MEJOR. Honrar, respetar, querer y hasta amar a alguien nuevo. A una Princesa que se atrevió a darle el beso a este sapo. Una mujer que se atrevió a mirar debajo del capó de este modelo 1975 y encontró que tiene todas sus partes originales... y eso le gustó. Que a lo mejor no ahorra combustible y ni siquiera es ecológicamente amable pero se sabe comportar en carretera y en ciudad, rinde lo suficiente para despertar sonrisas dónde ya no las hay. Hoy, ella, la Princesa, MI Princesa, me ha dado verdaderas razones para completar ese plan que comencé hace cuatro meses. Ella quiere ver hasta dónde soy capaz de llegar y me echa porras, me da ánimos.
Y no es que tú no me los dieras. Es más, mutuamente, ¿cuántas veces no nos dimos palmaditas virtuales para que la sonrisa no se cayera?. Pero ahora, lo entiendes, es diferente. Ella sí tiene algo que jamás volverás a tener. A Mí.
Y aunque este post pueda parecer grosero, pueda parecer irrespetuoso, es la pura verdad. Yo no hice nada esta vez y por lo mismo no iba a soportar los madrazos que me tocaran por culpa de otros y otras y por culpa de circunstancias que ni provoqué ni desperté ni motivé.
Así que, para cerrar,
a B: Adiós. Mi puerta estará siempre abierta pero ya no puedo prometerte más atención de la que te puse hasta hoy.
A mi Princesa: Paciencia, mi amor. Paciencia. Verás que las cosas se arreglan antes de lo que supones. Y entonces sí, te tendré a mi lado, para construirte un castillo que, vaya, ni siquiera Walt Disney. Y entonces sí, serás la Mujer que deseo que seas: la más feliz... ¿me vi meloso?.
"Here in your arms where the world is impossibly still
With a million dreams to fulfill
And a matter of moments until the dancing ends
Here in your arms when everything seems to be clear
Not a solitary thing would I fear
Except when this moment comes near the dancing's end"
Sting, Until
En Noviembre, los muertos me trajeron una sorpresa. La verdad, fue muy agradable, fue muy bonito, muy lindo. Desenterrar años de recuerdos, ponerlos sobre la mesa, compararlos. Las frases, todas, comenzaban con "¿te acuerdas...?". Hubo esperanzas, hubo desencuentros, portazos, reclamos, regaños, zapes... pero siempre era todo muy divertido, me puso en perspectiva de los años que perdí.
Y ahora, un nuevo desencuentro, desencadenó un ádios fortuito, la verdad, muy violento y desagradable. Reclamos fuera de lugar y respuestas iguales. No tengo que echar culpas de nada pero la verdad, sí, la culpa fue nuestra. De los dos. No voy a pedir disculpas porque sé que tengo la razón y que mis palabras no tenían nada de ofensivo ni de irrespestuosas.
Sabes que siempre contarás conmigo, siempre que te tragues el maldito orgullo y te decidas a hacerlo. ¿Qué?, ¿que te molesta ver que no me quedé sentado y que sin buscar encontré algo nuevo, hermoso, poderoso, que me llena de vida, de esperanzas, de ganas?. Pues ni modo. ¿Qué?, ¿que ME molesta A MÍ que no seas la misma que hace nueve años?. Pues... no, ¿eh?. Te lo dije desde el primer día. Lo sabía y no me molestaba en lo más mínimo.
Pero... en fin, que ni qué y pues ya qué y ni modo y al mal paso, darle prisa. No te diste cuenta pero a tí no hubo necesidad de soltarte las amarras porque nunca te ató nada a mí. Estabas sin compromiso conmigo así que desde el tercer día, ya había yo logrado dejarte ir.
Ahora, me toca una tarea un poco más difícil, más pesada pero la verdad, MUCHO MEJOR. Honrar, respetar, querer y hasta amar a alguien nuevo. A una Princesa que se atrevió a darle el beso a este sapo. Una mujer que se atrevió a mirar debajo del capó de este modelo 1975 y encontró que tiene todas sus partes originales... y eso le gustó. Que a lo mejor no ahorra combustible y ni siquiera es ecológicamente amable pero se sabe comportar en carretera y en ciudad, rinde lo suficiente para despertar sonrisas dónde ya no las hay. Hoy, ella, la Princesa, MI Princesa, me ha dado verdaderas razones para completar ese plan que comencé hace cuatro meses. Ella quiere ver hasta dónde soy capaz de llegar y me echa porras, me da ánimos.
Y no es que tú no me los dieras. Es más, mutuamente, ¿cuántas veces no nos dimos palmaditas virtuales para que la sonrisa no se cayera?. Pero ahora, lo entiendes, es diferente. Ella sí tiene algo que jamás volverás a tener. A Mí.
Y aunque este post pueda parecer grosero, pueda parecer irrespetuoso, es la pura verdad. Yo no hice nada esta vez y por lo mismo no iba a soportar los madrazos que me tocaran por culpa de otros y otras y por culpa de circunstancias que ni provoqué ni desperté ni motivé.
Así que, para cerrar,
a B: Adiós. Mi puerta estará siempre abierta pero ya no puedo prometerte más atención de la que te puse hasta hoy.
A mi Princesa: Paciencia, mi amor. Paciencia. Verás que las cosas se arreglan antes de lo que supones. Y entonces sí, te tendré a mi lado, para construirte un castillo que, vaya, ni siquiera Walt Disney. Y entonces sí, serás la Mujer que deseo que seas: la más feliz... ¿me vi meloso?.
"Here in your arms where the world is impossibly stillWith a million dreams to fulfill
And a matter of moments until the dancing ends
Here in your arms when everything seems to be clear
Not a solitary thing would I fear
Except when this moment comes near the dancing's end"
Sting, Until
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