Monday, May 18, 2009

Cambiar De Una Vez La Historia Del Mundo...

"No es la guerra fría
ni la explotación brutal
no es ser comunista
ni amar el capital
Es solo cuestión
de verse otra vez
tocarse, hablarse y después

Tirar los muros abajo
hacerlos mil pedazos
Tirar los muros abajo
poner de moda la libertad."
Miguel Mateos, Tirar Los Muros Abajo

Hay momentos en la historia que después nadie recordará pero todos sabremos que pasaron. Algunos cuántos si nos daremos cuenta del día, hora y minuto en que se decretó el cambio.

Conspiración o no, la influenza nos deja una cicatriz en cuánto a lo que relaciones interpersonales se refiere. No más saludar de mano ni de beso. No más cercanías. No más complicidades. Y yo comienzo a sentirme cómo en película de ciencia ficción o cuento fatalista futurista de Philip K. Dick. Nos queda la familia, las personas que amamos. ¿A ellos tampoco los abrazaremos, no los besaremos?. Yo me quiero resistir. Quiero seguir diciéndole a mis padres lo que significan para mí, quiero darle a mi hermana el abrazo más sincero del mundo para que se sienta bien. Quiero plantar sobre los labios de mi novia el beso más candente, más tierno y más cariñoso.

Comienzo a sentirme como Harrison Ford en Blade Runner o como Clive Owen en Children of Men. El Último de los Mohicanos.

Mientras tánto, gripa porcina o no, me seguiré entregando a quién más quiero. A lo mejor es idealismo estúpido pero, piensen un segundo: de por sí la nuestra ya es una sociedad aislada, enajenada, por el internet, por el exceso de trabajo, por lo que sea. Ahora también nos obligamos a alejarnos. No cuenten conmigo.

Los muros que alguna vez fueron reales para separarnos y dividirnos, ahora comienzan a ser ideológicos, ilusorios... y esos son peores. Porque esos no hay mazos, no hay herramienta que los derribe.

Sólo me queda esperar que esta cicatriz emocional colectiva desaparezca y que muy pronto, podamos volver a juntarnos en el café, en el bar, en el restaurante... sin mirarnos con sospechas unos a otros.

Ya Dije.