Monday, September 08, 2008

Una Copiadora, Un Reportero y Un Hijo de la C#1ng4d4


"Now dance, fucker, dance
Man, he never had a chance
And no one even knew
It was really only you
"
The Offspring, You're Gonna Go Far, Kid

Caray. Lo que puede llegar a pasar cuándo no tienes ganas de soportar a nadie y, sobre todo, cuándo no tienes nada que perder. Así como al de la foto, los pesqué con los pantalones abajo, putos.

Resulta que se los dije, ando mal y de malas. Y encima, en mi precioso trabajo, desde hace tres, cuatro meses les dio por andarle rascando los gumaros al león. O sea, a su servidor. Por angas y mangas, me entero que el plan era cansar a los trabajadores "de la pasada administración" para que solitos renunciáramos y así no hubiera necesidad de pagarnos liquidación. Entre esto y aquello, me pasa el Adriana affaire, me pasa la mega-depre que creí poder enfrentar solito y me pasa que salí de todo ese desmadre muy mal. Al grado que muchas cosas, más que antes, me valen para dos cosas. Así que, honestamente, reaccioné un poco pasado de huevos a la mala vibra de la oficina. ¿Cómo?. Pues fácil, le abrí la puerta a mi amigo el Reporterito Valiente para destapar la coladera. Copias y copias de malas transacciones, de medicamento caduco misteriosamente desaparecido, de medicamento que no tiene razón de ser recibido, por mal estado, por fecha de caducidad próxima. En resumen, de todo el desmadre que la "nueva" administración trae entre manos. Y encima, los pendejos buscan la certificación ISO. Mis polainas, que.

Además, como involucrados indirectos e invitados de honor, entró una de esas fraternidades misteriosas, onda Los Magios de Homero Simpson. La neta que, lo acepto, hice lo que jamás me atreví: usé mis pocas influencias para mejorar mi situación y de paso, ponerle un "¿Ah, verdad, pendejo?" a estos weyes. Resultado: mi contrato está en revisión para ver un posible cambio de clave y aumento de sueldo, hubo conferencia de prensa para aclarar que pedo con los medicamentos que SE TIRARON A LA ALCANTARILLA, literalmente, con fotos y demás en la prensa local (jajajajaja) y a mí, me dejaron en paz. Y lo mejor, NADIE tiene la más puta idea de que hice o siquiera si fui yo... aunque me miren con los ojos entornados. Sí. A veces vale la pena reírse de las mamadas que hace uno por desquite. Ja.