Thursday, September 11, 2008

¿Quién Los Entiende?


"You don't need to read no books on my history
I'm a simple man, it's no big mystery
In the cold weather, a hand needs a glove
At times like this, a lonely man like me needs love"

Sting, Nothin' 'Bout Me


Ya sé que estos días no he sido precisamente el mejor anfitrión para quiénes leen este blog (cambiando la dirección, dejando de escribir sobre romances imposibles e impasibles, estando enojado más un largo etecé) y reflexionando sobre este punto, mientras deslizaba un cerveza fría por mi cogote, pensé: ¿Cómo put4s m4dr3s me perciben las personas?, ¿habrá dos opiniones siquiera similares? y, sobre todo, ¿me importa aún agradarle a la gente?

Contestando la primera, creo que esto viene de a por acá: "Siento como si me escribiera alguien completamente diferente a ti. El Bob que conocí era positivo, veía la vida desde otra perspectiva, daba consejos y compartía las alegrías de (casi) cualquiera que se le atravesara por el blog, aún sin conocerlo. El que me escribe ahora...... lo siento.... pero sí, suena a paranoico." Texto literal de un mail de A (sí, aún nos mandamos emilios aunque sea para mentarnos las respectivas). Ahí está una: paranoico. J me dijo que me leo hasta cierto grado oscuro. Así, que van dos: paranoico y oscuro. V y E, en respectivos mensajes de texto, me dicen, cada una a su manera pero muy similar, que soy "dulce, tierno, que sabe escuchar con paciencia". ¿Por fin?, ¿seré como un Rorschach?, ¿cómo el Batman de Frank Miller? ¿o cómo un Sigmund Freud cruzado con Ghandi y la Mother Theresa?. Anyway, i don't give a fuck. Really.

La segunda queda automáticamente contestada con la primera. No hay opiniones similares aunque suenen. Me ven violento pero tierno, oscuro pero lindo, paciente pero "hijito de mi pinchecita madrecita". O sea, soy una criatura de la noche, devorador de pecados, con ojos grandes, grandes como de Pequeño Pony. Cagado, ¿no?.

Sí. Cambié. De verdad. Me miré en el espejo esta mañana, largo y tendido. Hay varias cosas de mí que no conocía, que no sé si me agraden, que me divierten y que... a la mierda, ahí les van: soy líder, innato por que nadie me enseñó a tomar las riendas ni de mi propia vida y no fui pionero pero tampoco seguidor. Hoy me consultan, me buscan, me llaman, me piden mi opinión. Soy el amigo que se sienta paciente a escuchar los problemas y que al terminar la conversación guardó las partes importantes y mandó al carajo lo demás y se olvidó de los problemas del otro y de ayudarle a encontrar una solución. Soy inseguro, soy terriblemente arrogante, soy servicial pero con MIS propias reglas. Creo en la justicia pero sólo en la que se impone de propia mano (ojo por ojo). No tengo ganas de encontrar a "la Ella Perfecta". Vaya, ni siquiera a la imperfecta. Soy yo. Soy simplemente la nave que cruza las vidas de la gente, que recuerdan con especial cariño e interés. Y sí, la verdad ya no me interesa caerle bien o mal a NADIE. Aquí llega quién quiere, atraca su nave y sí no, a la mierda, la mar es muy ancha. Pero eso sí, bienvenidos todos. Al fin y al cabo ni me enteraré de si vienen, van o se quedan por que no tengo tiempo de nada. ¿En que estoy ocupándome?, simple, en mirar el reloj correr.

Chiste: discutían un norteamericano, un inglés y un francés sobre quién tenía la sangre más fría para resolver problemas. Dice el norteamericano: "por ejemplo, supongamos que llegas a casa, encuentras a tu mujer teniendo sexo con otro. Sangre fría es reventarle la cara a los dos sin decir palabra". Dice el inglés "no, sangre fría es llegar a tu casa, encontrar a tu mujer teniendo sexo con otro, disculparte por interrumpirles y retirarte del lugar". El francés sólo remata y dice: "Sangre fría es que llegues a tu casa y encuentres a tu mujer teniendo sexo con otro... y el otro siga teniendo sexo sin que le importe que le partas la cara, te disculpes por interrumpir o te vayas del lugar".