No me importa que nadie quiera hablar conmigo. Que se hayan dado cuenta que de nuevo estoy tirando todo al caño. Que estoy dispuesto a dejar todo para poder sobrevivir. Que voy a sobrevivir. Y que cuando regrese, cuando esas puertas se abran y me miren entrar, se van a quedar de a seis. Que entonces dirán "¿Por que?" y nadie, ni yo, tendrá la respuesta. Que no importa. Que si estoy aqui es por mi culpa. Que si es mi culpa, yo pagaré esos pecados. Que esos pecados me han hecho más fuerte. Que si ahora soy Inmortal es por que estoy seguro de que un hombre sin alma no puede morir... pero tampoco puede volver a amar, a sentir, a preocuparse y, mucho menos y por suerte, a pensar en nadie. No me importo yo. Mi trabajo es este y si me pierdo en medio de todo el fuego, seguro renaceré de mis cenizas y que cuando renazca, seré todavía más fuerte. Y peor aún, nadie podrá tocarme por que seré un hombre con más fuego en sus entrañas que el mísmisimo infierno.
Seré Bob. Seré Inmortal. Y habré vuelto.
Hasta entonces.
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