Mi abuela está muy enferma. Sí. Así he de comenzar este post por que eso es lo que, hasta este momento, ocurre. Y lo que esto conlleva, todas las reacciones que desencadena su muy incierto desenlace, nadie me las explico y solitas me cayeron como... pues no sé como pero no fue muy bien. Y es que... mejor me explico.
La abuela Guijarro, aunque se apellida Ceja, es la matriarca del Clan desde hace más de 60 años. A ella se deben costumbres como los concláves anuales. Una reunión de fin de año dónde los familiares y candidatos a serlo, exponen cualquier cantidad de problemas y noticias. La abuela, en sus buenos tiempos, decidía las acciones y quién las tomaría. Como el hijo mayor, mi padre comenzó a tomar la batuta de estas reuniones por allá de los 80's, aunque la abuela seguía funcionando como la que tomaba la decisión final. Y así, las cosas funcionaron más o menos bien durante los siguientes 17, 19 años. Por cuestiones como falta de interés (es decir, tengo unos primos medio ojetones), los concláves de los últimos 5, 6 años no se han llevado a cabo. Pero ahora, la abuela está demasiado enferma. Muy mal. Y Sr. Padre no quiere ya encabezar los concláves. Y adivinen a quién quieren sentar al frente. Cómo soy el primogénito del primogénito (que casi equivaldría a eso del seventh son of a seventh son), pues la llamada me llegó esta madrugada. Y casi aprovechan que tengo que ir a México. Sé que esto no es ni cercano a lo que Michael Corleone vivió cuándo fue nombrado Don. Pero pues, resulta que encabezar una junta anual con más de 35 Guijarros por todos lados... pues no es ni fácil ni divertido. La verdad...
PD: El punto central de este post debería ser la abuela y su historia... pero la verdad, vale tánto la pena contarla despacito, por separado, que mejor nos esperamos, ¿vale?.
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