Thursday, September 07, 2006

Las cosas que dicen...


Últimamente me he encontrado con personas que creen que, por los escritos que hay aquí, estoy siendo un tánto cuánto amargado.
Les digo: No. Creo que no hay nada de raro con lo que está sucediendo ahora conmigo. Esto era un accidente esperando a suceder. Agazapado en una esquina. Es la lógica consecuencia de dos años de tratar de ser mejor y darte cuenta de que lo que la gente en realidad quiere de tí no es que seas mejor: es que seas OTRO Tú.
Quiero decir, si me topo con perredistas, quieren que tome partido.
Si me topo con panistas, quieren que apoye la "causa justa".
Si me topo con feministas, quieren que entienda y comprenda y apoye incondicionalmente a las mujeres y solape todas sus tonteras.
Si me topo con machistas, quieren que apoye la absurdez de que "la mujer encerrada en su casa".
Sí me topo con americanistas, quieren que odie a las Chivas.
Si me topo con Chivistas, quieren que mate americanistas.
Si me topo con cubanos (eso sí, vestidos de Levi's, Nike, Cat, Tommy y con su loción Lacoste, aunque sea pirata), quiere que odie a Bush y a los gringos
Si me topo con gringos, quieren que "re-eduque" a los cubanitos.
Si tengo amigos raperos, quieren que odie a los heavy-metaleros.
Si me topo con los roqueros, quieren que maltrate a todos los demas.
Pues a todos les digo:
Ni me agrada la política ni le voy a la distinción de géneros ni me gusta el fútbol soccer ni me late la onda "neo" cultural cubana ni me gusta tampoco separar mi música. Soy ciudadano de todos lados, fánatico de todos los equipos, partidario de México que no de sus partidos políticos, me gusta congeniar con (casi) todos. La única regla que trato de marcar: ámonos respetando. Sí, así de simple.
En otras palabras: ya se me olvidó como se es hipócrita. No tengo capacidad para mentar madres a la espalda, no sé como decir "sí, señor" mientras agacho la cabeza por más jodido que esté y necesidad del trabajo tenga. No quiero volver a ser el sumiso, agachón, dejado, extra-amable, bonachón, amable. No. Y no necesariamente tendría que ser yo una auténtica mierda pero, creí conveniente comenzar por los niveles más exagerados para darme cuenta de cuál es el nivel correcto de ojetez, el que me convenga más. Así. Luego entonces, por pura lógica consecuente, estoy entrando al umbral donde estaré, según yo en el nivel necesario para: Uno: que no me vuelvan a joder y Dos: Tener la sabia capacidad de poder decir "No" a tiempo. "No puedo, no quiero, no me gusta, no tengo humor". Esas son palabras claves para la salvaguarda de la autoestima y salud mental de cada uno. Digo, no creo que nadie aquí no hubiera tenido los ojos y el cerebro para saber que cosas venían por llegar, ¿no?. Señales, que ahora yo mismo comprendo: Aquí, aquí, acá, más acá y por último acá.
Así que, así serán las cosas.
PD: Nuevo Audiopost en Sin Nombre