Wednesday, December 29, 2004

Los Caminos de La Vida

El otro día, mientras viajaba al trabajo, me tocó vivir una experiencia de esas que… bueno. Resulta que me subo al transporte público y ahí iban dos señoras jóvenes. Platicaban sobre sus hijos pequeños y una incluso ya presumía que estaba embarazada. La más grande no pasaba de los 25 años. Por alguna razón, la plática me incomodó enormemente, al grado de tener que asomar mi carota por la ventana del vehículo, 1: para no vomitarme y 2: para tratar de descubrir que es lo que me molestaba de la plática. Y recordé varias cosas que creí que debía olvidar por ser “políticamente incorrectas”. Como por ejemplo, si yo no molesto a nadie cuándo viajo… ¿Por qué he de aceptar amable plática?, si yo no enseño nada indecente en la calle, ¿Por qué he de hacer de cuenta que nada pasa cuándo una mujer guapa amamanta a su bebé y no quedarme viendo a lo que--- a lo que enseña, pues?, ¿Por qué he de soportar mujeres melosas que hablan de “pupis” y de “nicas” y de cambiar pañales y de rozaduras?... en esos momentos de verdad que soy Al Bundy y me gustaría fundar “No Ma’am”. Ahí es donde digo… ¿si yo no he tenido MIS propios hijos, por que he de tolerar a quién cree saber de psicología infantil, nada más por que tiene un hijo por año? Anyway, que esto en realidad no se trata de nada en absoluto, no crean que me amarga no estar casado (ma! ¡Faltaba más, faltaba menos!), que no crean que soy un gruñón que va regañando gente a diestra y siniestra. Pero me molestó mucho y lo tenía que decir. Mmph.