(www.ajedimind.blogspot.com al servicio de la comunidad: Dicen que explicar un chiste, lo mata pero ni pepe, ahí va: "iPod Favod" debe leerse "Ai-pod-favod" y no "i-Pod-Favod". Gracias por su atención.)
"Just take those old records off the shelfI'll sit and listen to 'em by myself
Today's music ain't got the same soul
I like that old time rock 'n' roll
Don't try to take me to a disco
You'll never even get me out on the floor
In ten minutes I'll be late for the door
I like that old time rock 'n' roll
Still like that old time rock 'n' roll
That kind of music just soothes the soul
I reminisce about the days of old
With that old time rock 'n' roll
Won't go to hear them play a tango
I'd rather hear some blues or funky old soul
There's only one sure way to get me to go
Start playing old time rock 'n' roll
Call me a relic, call me what you will
Say I'm old-fashioned, say I'm over the hill
Today's music ain't got the same soul
I like that old time rock 'n' roll"
Bob Seger, Old Time Rock&Roll
Todas las mañanas, para llegar al trabajo, camino unos 30 minutos. Antes, esos 30 minutos los dedicaba a pensar-la verdad-pura tontería. A lamentarme, a auto-compadecerme. auto-flagelarme (you know, the whole dilly-o). Pero, un buen día, tomé la decisión e invertí en un iPod. Un shuffle. De 1 gb. Ya saben, el chiquitititito que trae como un clip y ni pantalla ni nada. Le metía yo cerca de 300 canciones. La verdad, la librería que tengo es de unas 800, 900. Sí. Canciones. Me acuerdo como me burlaba de los que dedicaban noches "etiquetando" sus MP3's para tenerlos en obsesivo orden. Hasta que me llegó el iPod. Entonces, además de hurgar entre mis cajones de memoria buscando por títulos de canciones y cantantes, me la pasaba bajando música. Y el iPod Shuffle, con su gigita de memoria apenas me alcanzaba. Tenía que hacer listas a cada rato para llenarlo, dejando fuera música, cambiando, e-te-cé, e-te-cé. Hasta que los Reyes Magos, con evidente cargo a mi tarjeta de crédito, me trajeron un nuevo iPod de 4 gb. N'ombre, ahora sí. Las casi 850 canciones entran bien, cómodas, sin apretarse, toditas.
Y ahora, camino los 30 minutos de mi casa al trabajo, en medio de viejos conocidos y nuevos intrusos.
Entre las 850 canciones, como en todos los iPod's que conozco, existen "orgullos", modas, representatividad del propietario y, por supuesto, momentos avergonzantes, embarazosos. Me explico:
-Los "orgullos" son áquellas canciones que casi nadie tiene y/o no sabe como encontrar... o simplemente ni le importan. Las mías son: la discografía ENTERITA de Police, incluidos unos ensayos y una interpretación inédita de Sting con Frank Zappa, cantando "Murder By Numbers" poco después de que un tele-evangelista gringo criticara duramente a los Police's por esta canción. El tele-evangelista terminó siendo descubierto poco después en un cuarto de un motel, con una menor de edad. Of course que la pura entrada de la canción, en vivo, en Montreaux, es burla tras burla de Sting. Esos, y casi 12 versiones diferentes de "Every Breath You Take", son mis "orgullos". Además de una playlist de purititito "pesado"; hard rock, heavy metal, classic rock, hard moderno, hip-rock y otras cochinadas destinadas a dejaros sin tímpanos.
-Modas: En mi caso, las canciones no muy comerciales pero que están en las listas de popularidad. Aunque, pensando, si están en "popularidad", SÍ son comerciales. Están "Pictures Of You", Fallout Boy, Alicia Keys, Amy Winehouse (que, bien mirada y escuchada, es muy buena la condenada...). Además, ya sé que, cícilicamente, la música retorna. Así que tengo varios covers de canciones viejitas con cantantes "cool". Pero eso sí... Un día volveremos los nerds que escuchábamos Iron Maiden y entonces verán.
-Representatividad: Pues... creo que con los dos anteriores párrafos queda explicado este punto, ¿no?.
-Verguenzas: Beautiful de Cristina Aguilera. (Al menos no es Britney o Paris...). Eeeeeem, veamos. Creo que también está... la de... oh, sí, la galería de Hall & Oates y sus melosas baladitas ochenterotas. Por supuesto que sería la de Chumbawamba, Tubthmping, pero, desde que se declaró "himno para levantar el tarro" o sea, rola para beber, ya no es verguenza. Y ya, dije demasiado. Se supone que las verguenzas de los iPod's son sólo descubiertas por accidente.
Ahora, el segundo issue que me hace escribir este post, va por acá: a mi generación, la X, los que nacimos entre el '63 y el '75 (¿ves, Adri?, ¡sí hasta somos de la misma generación!), de ser apáticos, indolentes, emocionalmente fallidos y sub-desarrollados. De sufrir de un aislamiento, emocional y mental. De rodearnos de gadgets y aparatos para disiparnos de la realidad. Entonces, pregúntome yo, ¿es buena o mala la idea de portar estos aparatillos?. Nos (les) guste o no, YA SON PARTE DE LA CULTURA POP y (aguas, dato de trivia acercándose), junto con el DVD, son las aportaciones tecnológicas de más rápida aceptación y demanda en la población (aguas, OTRO) MUNDIAL. Aunque, me pregunto, los de Metlatónoc, municipio más pobre de América Latina, orgullosamente enclavado en la sierra de Guerrero, el estado en el que vivo, esos cuates, ¿que tendrán más? ¿DVD's o iPod's?. Anyway, ya basta de ser tan frívolo y nada más, pues... ¿de que chingados trataba este post?. Oh, right. De música. ¿Ven?, creo que a esto se referían los sociólogos. Los X, además de todo sufrimos de Déficit de Atención. Who did what in where with whom???. He dicho.
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