Saturday, January 26, 2008

30 y tantos.

Hoy descubro en mi piel nuevos rastros de lo que soy, lo que fui y lo que viene. Hoy encuentro nuevas canas entre las cientos de miles que habitan mi cabeza. Hoy descubro que ser adulto no es dejar de soñar, más bien es cambiar de sueños y actitud ante ellos. Hoy me doy cuenta que a pesar de que el tiempo pase y el reloj biólogico suene distinto al de ellas, simplemente mis tiempos y destinos son otros. A diferencia de los que pasan el tiempo planeando con agendas su "mañana", yo vivo el tiempo en el que existo. Me bebo de un trago las alegrías, escupo las tristezas y permito que los malos ratos me endurezcan la tan necesaria coraza. Sé lo que es amar y ser amado. He estado enamorado, ilusionado e infatuado. Mi corazón late distinto. Mi visión no es perfecta pero me deja observar los cambios en el mundo y, más importante, los cambios en mí. Comienzo a poder diferenciar las cosas que puedo cambiar, las que no está en mi cambiar y las que simplemente hay que dejar pasar. Los abusos sobre mí ya no valen por quen ya no existen. Sé que soy lo suficientemente fuerte para decir que "no" cuándo se requiera pero también para no decir que "sí" aún cuando tenga ganas. Sé que soy blando como para decir "Te Quiero" sin pena, aún delante de las risas más burlonas. Sé que quiero en mi vida y sé cuánto quiero luchar para tenerlo. Sé como es mi camino aunque no sé cuál sea su final y sé cuál es mi manera de recorrerlo. Sé que debo sonreír ante las adversidades pero no ante todas (a veces hay que poner carita de Clint Eastwood para parecer valiente aunque no lo sea; nadie notará la diferencia). Sé gozar los cariños que me tocan, rechazar las malas vibras y sembrar los futuros nuevos amigos. Aprendí a querer sin exigir aunque a veces la necesidad me hace pedir las cosas que mi orgullo no se traga. Y sé callar a mi orgullo cuándo está a punto de hablar de más. Aprendí a extrañar sin desesperar, a necesitar sin exagerar, a tomar los "poquitos" y convertirlos en "bastantes". Aprecio lo que tengo, lo valoro, lo acaricio y también lo gozo y lo disfruto. No me siento ni viejo ni cansado, no me siento presionado por los tiempos ni las edades. Comprendo que puedes tener 60 y vivir igual de fuerte que uno de 20 o tener 80 y ser más irresponsable que uno de 15. Sé que necesito que me digan que me quieren, escuchar cuán necesario puedo ser en tal o cuál corazón pero prefiero mil veces que me lo digas TÚ. Quiero gritar a los 4 vientos y 7 mares que alguien me quiere, me encuentra atractivo, me desea, que alguien necesita de mí casi tánto como yo necesito de ella. Y quiero presumir que hoy, a casi mis 30 y tántos, SOY FELIZ. Reconozco la puerta de la entrada pero no quiero entrar aún. Quiero vivir este momento como nunca antes. Quiero apreciarlo, gozarlo, sentirlo, quiero respirarlo, comerlo, beberlo, quiero compartirlo, repartirlo, regalar mapas para que muchos sepan dónde está y dónde estoy. Quiero sentir que este es mi paraíso, mi "justicia de la revolución". Quiero agradecer a todos los que me han acompañado en este viaje, ya sea en tramos pequeños o largos, en los malos momentos, en los buenos y en los mejores. A los que se quedaron atrás, recordarlos, a los que vendrán, saludarlos, a los que siguen conmigo, quererlos y demostrarles solamente dos cosas: mi lealtad y mi gratitud. Soy mafioso, soy guerrero, soy inquieto, soy amante, soy amigo. Soy hermano, soy amigo, soy socio. Soy cariñoso, rebelde, grosero. Soy macho, soy romántico, soy poeta de teclado, soy fumador empedernido. Soy cielo y soy estrellas, soy noche y soy días. Soy querendón y querido. Soy el "novio" y el secreto. Soy la noticia y el recuerdo. Soy todo lo que quise ser y lo que no, también. Soy decente y maleducado. Soy pedante y elegante. Soy insensato y elocuente. Soy, sencillamente, humano. Con todos los defectos pero muchas más virtudes. No me da pena aceptar que a veces me sobra humildad pero muchas otras me falta. Soy lo que tu vida necesita pero a la tuya le sobra. Soy lo que más quieres y lo que tú sueñas con olvidar. Soy yo. Soy Roberto Ignacio Guijarro y soy adicto... a vivir mi vida con todas las fuerzas que Dios me regala. He dicho.