Los Riesgos Del Desempleo...

A partir de septiembre, entré a formar parte del (supuesto) 3,84% de desempleados de México. Y esas horas y horas libres, tánto de sala de espera para las entrevistas de trabajo, cómo las interminables tardes en mi sofá en casa, me aportaron varias revelaciones.

1.- No sirvo para estar sin nada que hacer. No puedo ser tan cínico como el resto de los mortales pues en cuánto me siento en el sofá, ya estoy ideando maneras para levantarme. Sobra decir que estos días tengo los muebles para aparatos de entretenimiento más limpios en el mundo (puedes hacer cirugía en ellos), la colección de CD's mejor ordenada del mundo (por género, alfabeto, color de portada y número de canciones...) y las gatas mejor acicaladas de este lado del hemisferio.

2.- Las horas que me he pasado despierto en las noches, se han vuelto de extremo interés por que en esos horarios repiten las programaciones dónde he edscubierto programas tan fenomenales como La Fea, Simple de la Hilton y una especie de Laurade América o en América, sepa la chingada. Así mismo, en las rotaciones de videos musicales, he descubierto las joyas que conquistan a los pubertos, renegados (de su edad), descerebrados y demás sub-especies que pululan hoy en el tianguis comprando la última "aportación" de los genios de la Academia, de la escuela de Televisa o simplemente una porquería de esas que a veces nos avientan de España o de Sudamérica. Y me vuelvo un poco más viejo al descubrir, con horror, que ahora les fascina cantar que "ella tiene tremendo culo" o que le "encanta la gasolina", lo cuál no sólo es nocivo culturalmente si no que no me cabe la menor duda que un día una de estas genias pubertas se va a tragar dos litros de gasolina Premium (que por cierto, ya subió) y con el tremendo culo, excuso explicar aquí la clase de pedo que se puede llegar a soplar la nenita.

3.- Asímismo, he logrado "purgar" de mi pequeñajo cerebro todas esas porquerías vistas en televisión, terminando todos esos libros que alguna vez comencé pero que, por angas o mangas, tuve que dejar a un lado. Así, terminé ya Pedro Páramo, 1984 de Orwell, Entrevista con el vampiro, El Socio de John Grisham, varios de Asimov, incluido, Yo, Robot, Los Robots de La Aurora. Sueños de Robot y esta semana comencé a repasar El Señor de los Anillos. La técnica es simple. Tomas el libro con ambas manos y simplemente lo dejas que te tome de la mano y te llevé a dónde jodidos quiera. Así, he viajado al espacio, a la Tierra Media, a Europa, a Oceanía (la tierra que según Orwell en 1984, es toda América y Gran Bretaña), a África y a dónde me da la gana.

En fin, que, en resumen, que de veras, ¿eh?, no los puedo dejar solos un par de años por que hacen un desastre con la música, el cine, la televisión. Y creí que todo en los cómics estaba aparte y bien. Pero me entero que ahora Spider Man está basado en Justin Timberlake y Tobey Maguire... ¡¡¡¡¡¡aaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaa!!!!!!!!!!