
2 dias despues.
Este señor ex-conductor del dicho espacio es feo. Feo, feo, feo, feo, feo. Con "F" de fuchi. Y su novia, la razon por la que nos gritaba y hacia demas panchos, es bastante guapa. Agradecido deberia estar el con Dios de que ella haya volteado verlo siquiera. Durante el verano, ella se fue con su familia a un pueblo que esta a cosa de 5 o 6 horas. Mientras, el joven se encargo de andar tirando ligue aqui y alla. Entre sus intentos de victimas, esta Betty Adriana, la chica nueva de la oficina. Durante todo el verano, la invita a comer, al cine. Ella, sabiamente, lo rechaza. El pleito que un servidor tuvo con el, se llevo a cabo a escasos tres dias despuesd de que la novia del Divo de las noticias regresara. Aqui, el Divo corto de tajo las invitaciones a Betty, casi ni le habla, etc, etc. En fin, que en una seccion de comedia, donde suelo burlarme de los politicos y sus p3nd3j4d4s, se me ocurre mandarle saludos y pedirle que me salude a las muchachas con las que constantemente lo solemos ver. De inmediato, la novia enrojece el rostro, aprieta las puños y le lanza miradas de muerte. Comienzan los gritos. Y de pronto suena mi nombre. "Guijarro!!! ven y dile que nada mas estabas bromeando!! Que no es cierto que ando con nadie, que no hay otras muchachas!!". Yo solo, astutamente, asomo mi carita por la puerta de la cabina y digo "si?, dime". "Dile a mi novia que nada mas estabas jugando, que es una broma de mal gusto!!". De nuevo gritandome, pienso yo. "Ah si?, era broma? me lo juras?". Ella vuelve al ataque y el se queda mirando como despacito, despacito cierro la puerta y me sonrio. Asi, salieron los dos corriendo, el tras ella y ella hecha una furia. Y yo, en mi cubil, sonriendo y satisfecho cual si hubiera devorado la mas opípara de las comidas. Sobra decir que jamas ha soñado siquiera con hablarme mal. Soy su productor y se acabo. No soy de golpes físicos. Soy de golpes bajos, lo acepto. Pero esto sirva de leccion. A mi no se me jode. Pero, aclaro, no soy de violencia, soy de inteligencia, es decir, mis venganzas son de inteligencia, de risa, de tal manera que ni queriendo me reviras los madrazos. Y al final, los que se atrevieron a joderme y yo, todos, terminamos riendo y abrazados en las fotos. Solo que sus miradas apuntan a mis manos. No vaya a estar yo retacandoles un coheton en el trasero.
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